No te fíes de los "intelectuales mediáticos"; ninguno defiende a los "íntegros" en valores o a los que son "racionales".
Para CAMBIAR algo, ¿qué es más importante que la realidad?
Aquél que no valora nunca el "esfuerzo racional" no puede decir nunca que es ético.
EL MIEDO ES EL PRINCIPAL OBSTÁCULO PARA LA VERDAD.
Ya, como no hay tiempo para la reflexión o para la sensatez, como no se le deja tiempo al verdadero conocer -en una comprensión coherente-, y como no se atiende en prioridad a lo que se debe enseñar -construir- o como, para eso, no se busca ni se defiende a la verdad -sino a la mentira-, pues se favorece y se extiende el FACILISMO; o sea, a la ligera hacerlo todo fácil o la conveniente pieza que debe encajar -con una justificación injustificable u otra- en el autoconvencimiento o en el dictamen -muy dictado- de cómo en conveniencia son o deben ser las cosas.
El facilismo "es vender lo que se dice" y, por eso, se utiliza mucho los adornos, la simpatía y la adulación (en vez de en propiedad "convencer con lo que se dice"). El facilismo "es exterminar detalles" y, por eso, se va el postor del inicio de una idea a la conclusión de un salto -"de sopetón"-, ya sin que haya explicación ni aportación de una probación máxima (claro, dar detalles es... precisamente explicar y concluir detallando). El facilismo es, además, reducir tópicamente a lo eslogan (en esa influencia de tanta publicidad), es decir, ante el interrogante de "¿qué es la política?" corriendo con bonitez se sale con "la política es... la gente"; y "¿qué es el mercado?", pues corriéndose se sale con "la gente"; y "¿qué es una empresa?, pues -también- "la gente"...
No, no y no; cada cosa es lo que es: La política es el cómo se gestiona o se organiza -en decisiones libres- una sociedad, el mercado es un escenario en donde se compra, se vende, e incluso se cambia... y eso predispuesto o especulado a un valor material, a un precio convenido a la demanda, y una empresa -en lo económico- es una organizada -de forma privada o pública- actividad económica para competir con otras por ganar riqueza o beneficios, etc. Pero cada definición debe ser precisa y única porque no dé a entender otra cosa y confundir.
Pero, a lo fácil, en la demagogia, en la prisa "por pasar desapercibido algo" o como eslogan, se intenta racionalmente hacer colar: "los políticos son la sociedad", "los empresarios son la vida", "la democracia es todo lo humano", "el rey es el guía o motor del país", etc.
Ya, como no hay tiempo para la reflexión o para la sensatez, como no se le deja tiempo al verdadero conocer -en una comprensión coherente-, y como no se atiende en prioridad a lo que se debe enseñar -construir- o como, para eso, no se busca ni se defiende a la verdad -sino a la mentira-, pues se favorece y se extiende el FACILISMO; o sea, a la ligera hacerlo todo fácil o la conveniente pieza que debe encajar -con una justificación injustificable u otra- en el autoconvencimiento o en el dictamen -muy dictado- de cómo en conveniencia son o deben ser las cosas.
ResponderEliminarEl facilismo "es vender lo que se dice" y, por eso, se utiliza mucho los adornos, la simpatía y la adulación (en vez de en propiedad "convencer con lo que se dice"). El facilismo "es exterminar detalles" y, por eso, se va el postor del inicio de una idea a la conclusión de un salto -"de sopetón"-, ya sin que haya explicación ni aportación de una probación máxima (claro, dar detalles es... precisamente explicar y concluir detallando). El facilismo es, además, reducir tópicamente a lo eslogan (en esa influencia de tanta publicidad), es decir, ante el interrogante de "¿qué es la política?" corriendo con bonitez se sale con "la política es... la gente"; y "¿qué es el mercado?", pues corriéndose se sale con "la gente"; y "¿qué es una empresa?, pues -también- "la gente"...
No, no y no; cada cosa es lo que es: La política es el cómo se gestiona o se organiza -en decisiones libres- una sociedad, el mercado es un escenario en donde se compra, se vende, e incluso se cambia... y eso predispuesto o especulado a un valor material, a un precio convenido a la demanda, y una empresa -en lo económico- es una organizada -de forma privada o pública- actividad económica para competir con otras por ganar riqueza o beneficios, etc. Pero cada definición debe ser precisa y única porque no dé a entender otra cosa y confundir.
Pero, a lo fácil, en la demagogia, en la prisa "por pasar desapercibido algo" o como eslogan, se intenta racionalmente hacer colar: "los políticos son la sociedad", "los empresarios son la vida", "la democracia es todo lo humano", "el rey es el guía o motor del país", etc.