IGNORANCIA es el no saber de qué va la realidad; y los motivos son:
—-por falta de conocimientos sobre ella
—-por huir de ella (cerrazones, aislamientos, burbujas, cavernas, etc)
—-por confundirla a ella con otra cosa (a causa de fanatismo, secta, manipulación aceptada, adoctrinamiento, etc)
—por el no comprenderla (pues se está comprendiendo con prejuicios y con conceptos irracionales o tomados irracionalmente como válidos en desequilibrio, por falta de discernimiento-conciencia)
En la sociedad que vivimos, absolutamente todos la llevan,
excepto esos que, negándose a tal INMORALIDAD,
reciben todos los maltratos o exterminios posibles
(desprotecciones de todos los poderes, llovida de palos, efectos de intolerancias, represalias incesantes, una indignificación total, etc).
¡Incluso Dios ya tiene asco!
Porque todo lo bueno se lo atribuyen todos;
pero, si hubiera que demostrarlo,
ya eso no les gusta tanto.
No sé por qué los humanos complican tanto las cosas para que en suma las cosas no sean tranquilamente cosas, sino complicaciones de cosas.
A uno se le ocurrió una vez decir que lo contrario al amor es la indiferencia y ya quedó eso dado por hecho.
Es como si yo dijera que lo contrario a la vida es NO HABER NACIDO (y ¿por qué no?).
¡Oh!; pero todo eso es un lío, y volvamos a la claridad:
--Nadie odiando puede amar, por lo tanto es su OPUESTO. Y es el odio el que nunca deja en paz al amor, no precisamente la indiferencia.
--Es el odio el que persigue (yendo a la caza) siempre al amor PARA ELIMINARLO.
*** Lo que sí se podría decir a lo mucho es que… la indiferencia es una sutil manera del odiador, ¡pero ella por sí misma no es el ODIO. ¡Qué más quisiera!
Porque la FILOSOFÍA
es la mayor CURIOSIDAD (sana, inocente, sin complicidad con poderes o con algo externo)
en una menor cantidad de prejuicios.
Eso es.
En un gran porcentaje, los que son ignorantes, ¡ lo son PORQUE QUIEREN !
No se trata de ser inteligente, ni de tener una educación académica de la mejor, ni de ser genio, ni de saber más que todos, sino únicamente de dejar de ser ignorante. Eso tan solo, que no requiere nada, excepto voluntad.
Solamente con ir a la biblioteca pública media hora todos los días es suficiente.
O solamente con un saber escuchar a las personas indicadas es suficiente.
Es decir, no hacen falta recursos, ¡ninguno!, sino nada más que voluntad o determinación.
Es curioso que la palabra MANIPULADOR no insulte a nadie y, en cambio, la palabra IGNORANTE hiera tanto y sea un insulto para tantos (que, sintiéndolo mucho, son ignorantes aunque lo ocultes bajo tierra).
Pero, por aclarar, ¿QUÉ ES IGNORANCIA?
Sí, IGNORANCIA es el no saber de qué va la realidad; y los motivos son:
—-por falta de conocimientos sobre ella
—-por huir de ella (cerrazones, aislamientos, burbujas, cavernas, etc)
—-por confundirla a ella con otra cosa (a causa de fanatismo, secta, manipulación aceptada, adoctrinamiento, etc)
—por el no comprenderla (pues se está comprendiendo con prejuicios y con conceptos irracionales o tomados irracionalmente como válidos en desequilibrio, por falta de discernimiento-conciencia)
Porque DESCARTAN DE ANTEMANO a los que son de verdad inteligentes, los cuales siempre están EN LA REALIDAD (mientras que los ignorantes la ignoran).
- El ignorante siempre DESCARTA a todo lo que huela a verdadera inteligencia.
- ¡ No lo puede evitar !
- Casi todos los que van de inteligentes de ahora EXCLUYEN para ganar o para que solo prevalezca LO QUE ELLOS DICEN
- PENSAMIENTOS Y CITAS
Si son muchas, siguen a un CAMINO SEÑALIZADO POR RASTROS DE FEROMONAS, adelantándose unas a otras; o sea, no siempre en fila, pues eso depende de una primera/s que optimiza el mejor camino lo más recto o factible y ya pone los primeros rastros de feromonas.
De todas formas, tienen una especial memorización de una ruta.
En concreto, demuestran tres tipos de memoria:
—memorizan la escena visual
—memorizan una nueva dirección
—recuerdan dónde está el alimento para traer
Y pueden hacer eso andando hacia atrás y sin que ninguna tropiece con otra.
"Nadie se baña dos veces en el mismo río"
HERÁCLITO
HERÁCLITO
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