miércoles, 23 de diciembre de 2009
Existe un buen truco nazi mediante el "yo tampoco " -o tambien puede ser el "yo también"- que consiste en igualar esfuerzos, situaciones, etc. y, como se igualan, se igualan o se exterminan sus correspondientes dignidades. Así, si un paralítico aún no tiene silla de ruedas, ése dice: "Pues, yo tampoco"; si una persona lleva trabajando 70 años por algo social y aún no tiene una compensación -al menos moral- al respecto, ése que lleva tres días en lo mismo dice: "Pues, yo tampoco"; si un escritor lleva treinta años escribiendo, con todos los recursos de su vida expuestos a eso y aún no tiene un libro publicado o al menos alguna compensación al trabajo social que ha determinado, ése que no ha expuesto casi ningún esfuerzo, casi ni un céntimo y casi ningún riesgo en denunciar o en evitar algo dice: "Pues, yo tampoco".
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