- Porque muchos venden una sensación, y no se refieren a una concreción o a una verdad. Por ejemplo: La del "todo va bien" -aunque siga subiendo el desempleo, aunque baje el consumo, aunque haya aún decrecimiento, ¡nada!, todo va bien por sensación o paranoia que busca el mayor contagio posible -fanatismo o alineación-.
- Porque no se pone un plazo para cumplirse una efectividad (verdad); así que todo cuenta que podría ser verdad "cuando sea", en un mañana eterno -se busca una gran efectividad a tu medida aunque, por distancia, no tenga nada ya que ver con tu medida-.
- Porque ahora -objetivamente más que nunca- hay un masivo marketing sobre lo que gusta que sea verdad -aunque nunca pueda realmente serlo-; sí, claro, es verificable en tantos medios miles de mensajes moralistas o facilistas que, a lo ligero, se creen como buenos pensamientos, sin más -pero no demuestran nada, tienen buena cáscara sin ya alguna prueba de contenido objetivo-.
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