El que pisotea los derechos humanos puede, algún día, darse cuenta de su error y ya no pisotearlos (porque tenía unos valores equivocados) pero, el que se burla de los derechos humanos, nunca se dará cuenta de nada (porque no tiene valores). Esto último les ocurre a demasiados ahora.
sábado, 27 de junio de 2015
Cuando la gente ayuda a la sinrazón (a los que confunden, a los que manipulan, a tanto pedante que no aporta nada, a vividores a costa del sudor del otro, a frívolos que ningunean las injusticias, a oportunistas que no demuestran nada, etc.), HAY MÁS SINRAZÓN EN ELMUNDO. Que no diga nadie que no es responsable de eso, no, nunca, que no es responsable de la realidad, ésa precisamente que heredarán todos y sus hijos (lo peor es que siguen y siguen ayudando a la sinrazón y, luego, se convencen de que es algo ético).
El que pisotea los derechos humanos puede, algún día, darse cuenta de su error y ya no pisotearlos (porque tenía unos valores equivocados) pero, el que se burla de los derechos humanos, nunca se dará cuenta de nada (porque no tiene valores). Esto último les ocurre a demasiados ahora.
El que pisotea los derechos humanos puede, algún día, darse cuenta de su error y ya no pisotearlos (porque tenía unos valores equivocados) pero, el que se burla de los derechos humanos, nunca se dará cuenta de nada (porque no tiene valores). Esto último les ocurre a demasiados ahora.
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2 comentarios:
Sí, las injusticias o las crueldades sólo se originan a partir de ellos, "paradójicamente" los que van de buenos.
Por eso, es lo social ese elaborado actor que sí desvía o engaña -en la manera posible- a los sentidos (puesto que ya aísla mucho a los instintos de su propia naturaleza y, estos, se condicionan a eso).
Por ejemplo: A todo animal doméstico, claro, les condicionamos sus sentidos, los engañamos "a posta" para el proyecto de nuestra intención individual que ya está engañada, a su vez, por el proyecto de la intención de cultura o por el agente social antedicho.
Pero, al margen de lo social, los sentidos son, en perfección, consecuentes (resultados perfectos) y, en necesidad, suficientemente perfectos. Ahora bien, si ya los comparas al patrón o a la locureta de una intención por supuesto que no, en contagio; pero recuérdese que, para que exista "rebuzno", obligatoriamente ha de existir "rebuznador" -como cierto científico que hay, y haylos, por ahí-.