Si te dejas engañar, ya -con esa carga de engaños que tienes dentro- no estás capacitado para dar ejemplaridad ni ética. La apariencia o las influencias que tengas, el poder que tengas o la formación que tengas no son válidas.
lunes, 28 de diciembre de 2015
Si no proteges a la verdad y a quien lucha por ella -con lo que supone de dificultad en sus continuos esfuerzos racionales-, sí, vas protegiendo a lo que siempre ha destruido, a las sinrazones y a las injusticias.
Si te dejas engañar, ya -con esa carga de engaños que tienes dentro- no estás capacitado para dar ejemplaridad ni ética. La apariencia o las influencias que tengas, el poder que tengas o la formación que tengas no son válidas.
Si te dejas engañar, ya -con esa carga de engaños que tienes dentro- no estás capacitado para dar ejemplaridad ni ética. La apariencia o las influencias que tengas, el poder que tengas o la formación que tengas no son válidas.
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