"El aspecto más importante de las comunicaciones que nos rodean no es que nos engañen, ni que difundan una ideología restrictiva, ni que enfaticen la violencia o el sexo, ni que transformen las imágenes del bien, la verdad y la normalidad o corroan la calidad del arte; sino que con todas sus mentiras, sesgos y placeres banales saturan nuestros hábitos de una promesa de sensación. Es así que, aunque no sepamos exactamente qué sentimos al ver determinadas imágenes, sabemos que están ahí y que constituyen un borboteo incesante en nuestra existencia." Todd Gitlin
Todos tienen una
INEVITABLE CURIOSIDAD POR EL MAL Y POR LO PROHIBIDO; y, teniendo en cuenta que curiosidad es
atender -dejarte influir o contagiar-, por ese mismo atender o por lo que implica en consecuencias, se protege más a lo perverso, a lo que destruye, a alimentar un "
todo vale" que subconscientemente se desea o se adora.
Cuando NO SE ELIGE BIEN la información, es algo inevitable que serás un enfermo de desinformación -es una de las peores enfermedades, al tener tu mente inconsecuente con la realidad, reaccionando con mentiras-.