jueves, 22 de marzo de 2012

"La cuestión del pánico moral tiene cuarenta años, es una vieja teoría, pero buena; aún funciona. Cada tanto, cuando surge una nueva droga o alguna cuestión que sorprende, reaparece nuevamente el pánico moral clásico. Yo creo que los medios de comunicación funcionan más sofisticadamente en estos días, hasta el punto en que el pánico moral resulta bueno para los negocios. Así, lo que se hace es crear miedo y luego sacar provecho de eso. Por consiguiente, emergen grandes delitos y se benefician de vuelta del pánico moral en un proceso cíclico al modo de una escalera de caracol que parece hacer referencia a uno y otro constantemente. Hay cientos de reality shows policiales muy populares en televisión que encarnan siempre una misma posición ideológica. Nunca hablan sobre políticas o la situación del delito, sino que se refieren a un particular delito callejero. Entonces, antes teníamos el famoso pánico moral causado por la delincuencia callejera, todavía lo tenemos, pero lo que se estudia ahora es el tipo de miedo que el delito genera en la imaginación". Keith Hayward
La televisión es un INSTRUMENTO que informa, que conforma -o influye en- mentalidades; pero, si se deja llevar por intereses de cualquier poder y no de demostraciones o de sensateces, en efecto, ya no es tal instrumento, sino uno que desinforma y deforma mentalidades sin estar al servicio del construir, claro, y sí a los antojos del poder.