miércoles, 7 de diciembre de 2011

"La imagen también tiene otro efecto perverso: nos hace ilusionar con que conocemos porque nos permite reconocer. Pero el reconocimiento (de la imagen) no es el conocimiento. Es un juego perverso, es la ignorancia que se desconoce a sí misma".
"El pensamiento escrito es mucho más articulado y es eso precisamente lo que necesitamos: un pensamiento articulado frente a la cascada de imágenes. La escritura aporta otra cosa".