miércoles, 30 de octubre de 2013

Los jueces siempre OBEDECEN a las leyes; si las leyes las hacen intolerantes, ellos obedecen a los intolerantes  -les chupan bien los pies-.
                                             La justicia solo nace de la protesta

miércoles, 23 de octubre de 2013

Toda persona puede ser EDUCADA CON unos reales o irreales conocimientos y, además,  PARA una finalidad o para otra (por ejemplo, para servir a unos intereses o a para servir a la verdad).
Unos se atribuyen por egoísmo o para vacilar  el "ser educados". Siendo eso solo una presunción, truco o engaño. Sí, en muchos es una gran mentira el que tengan una humana educación, pero se la creen en total egolatría y conveniencia de maquillaje, son educados esclavamente para algo.
A ver, la única prueba objetiva que hay para que una persona sea "educada" es que "sabe valorar"; es decir, a una persona educada "todo no le da igual" y ya sabe discernir con conocimientos reales cada acción, y es tolerante y respeta conforme a una escala de valores sin dejarlos pasar. Así, una persona educada es esa que ha sido educada con valores que aplica -los demuestra en la práctica-, sobre todo el RECONOCER, y no otra cosa u otro invento de la falsedad o de la hipocresía.

martes, 15 de octubre de 2013

Todo ser humano desarrolla sus hechos conforme o dependiendo de su coherencia ética; asimismo, todo poderoso ejecuta su poder -que determina hechos- desde su coherencia ética. Por ello, es la coherencia ética en donde están las primeras causas para que sean unos hechos los que se vean en la sociedad y otros no; es decir, la menor vanidad -o falsedad- y la mayor eficacia de esa coherencia es la base que garantizará el menor riesgo de injusticias sociales y de derroches de unos recursos vitales.
Pues bien, estando esa coherencia formada de valores éticos (justicia, generosidad, paz, libertad, etc.), un valor ético por sí mismo, y aun sobrevalorado, no es eficaz como valor ético -o, realmente, en el contexto de lo ético en general, no es... un valor-.
Por ejemplo: Si la persona X, por generosidad, da mil millones de euros a unos que ya "son ricos", esa generosidad es una generosidad injusta; si se los da a unos corruptos o a los mismos que a ella le roban, es una generosidad estúpida; si se los da a los que van a construir viviendas junto al cauce natural de un río, es una generosidad "perdida", inútil.
Eso es precisamente lo que pasa; que, por conveniencia, por ceguedad, por alinearse demasiado a grupos, a tradiciones, a gustos, a líneas aisladas, a "bandadas" provocadas por un/a político/a "de ocurrencias", tal coherencia es IMPOSIBLE. Pero, ¡ah!, por orgullos, por soberbias, por interesados positivismos siempre ahí RESALTAN un valor, con el "hemos hecho al menos eso"; eso, sí, pero de lo inútil, de una eficacia gravemente malatendida por incapacidad o insensatez ética.
Por ello, no se puede tener solo valores éticos sino, además, unos principios éticos y una SENSATEZ en su aplicación.

miércoles, 9 de octubre de 2013

EL USO DE LA LIBERTAD

Cualquier ser humano establecido en cualquier sociedad tiene una cota de libertad (las acciones que puede hacer y las expresiones que puede manifestar y, asimismo, unas imprescindibles posibilidades por difundirlas -en una realizable libertad pública o social- que depende de sus recursos).
Bien, teniendo esa libertad, la que sea, al mismo tiempo que la ejercita es responsable -como autor- de ella, por unas inevitables consecuencias que se determinarán en el entorno en el cual viven otros seres humanos. Así es, en evidencia una sociedad es un conjunto de libertades individuales que configuran -en una justa comprensión o tolerancia de ellas- los logros de tal sociedad y, también, sus prejuicios o sus errores.

Luego, sólo con los resultados del uso de la libertad un pueblo es más justo, es más progresista, es más libre; en definitiva sólo, por medio de ese uso, demuestra o no si posee unos sólidos e incorruptibles principios éticos.
Ahí no hay trampa, el pueblo es lo que demuestra con la utilización de sus libertades, a sabiendas de que cada libertad incide en las demás en promover la responsabilidad ya desde una conciencia individual por dar -primero- un ejemplo porque se cumpla esa responsabilidad en el entorno. Eso es, el buen uso de la libertad empieza por uno mismo, en discernimiento, no en aceptar o en seguir cualquier uso erróneo que otros -siendo más o con un engaño o cierto chantaje- te ofrecen; pues es uno mismo, la conciencia de uno, lo que ha de luchar por unos valores éticos siempre en coherencia con lo que se decide (por encima incluso de una concepción de libertad inculcada -sin contrastación racional o sin autocrítica-, y que es siempre... parcial, ya sea cultural, religiosa o ideológica).

No, no se trata de cambiar el mundo, de que te vean de tal o cual forma -porque te favorezca un escaparate de unos u otros intereses creados-, ni siquiera de que te bientraten o te maltraten, únicamente -a lo honesto- de advertir si ese uso de la libertad es el que se ha de realizar porque se siembre responsabilidad en el lugar o en la sociedad que te ha tocado vivir; y eso ha de ser defendido contra viento y marea, antes, por ti mismo ya signifique apreciaciones o denigraciones por los demás.

Pese a todo, el bienestar, la justicia, la paz y el progreso -útil al mundo- dependen siempre del buen uso de la libertad; es cierto que los que mandan -o los que tienen más recursos para difundir lo que piensan- deberían promoverlo, en pro de conseguirse esa cultura. Eso “es de cajón” o es lo más sensato por un equilibrio mental que dure algunos años o bastante; pero, los que mandan y los intelectuales mediáticos, ellos, impiden tanto el hacerlo como el que lo haga, por lo menos -en un dejar hacer o vivir-, otro. Pues, en cuanto se da un sólo respiro, machacan.

Todo es el demostrarlo, no se puede entender que el que utiliza “su todo vale” o sus sinrazones o sus facilismos o sus prestigios interesados se imponga, con ayuda de tantos, ninguneando al que sí demuestra. Téngase en cuenta que demostrar, razonar, explicar o aclarar es lo más difícil que existe -sólo viable por medio de lucidez y grandes esfuerzos, entre los cuales entran renuncias personales a ese fácil o corruptible beneficio social-; entonces, ¿por qué se desprotege y se pisotea? Por su comprensión, ¿cuándo se dará su dignidad? -sería la pregunta más exacta-.

sábado, 5 de octubre de 2013

Una sociedad cada vez con más crisis de valores no puede tener un progreso sano; y el cinismo aumenta por ser posibles miles de informaciones fáciles -inmorales- y carentes de responsabilidad. Sí, la mentira cada vez tiene más protección y campo a favor.
Los problemas de fondo (cambio climático, la migración de la globalización, la desinformación y la especulación de la globalización -incluyéndose la especulación de los alimentos y medicinas) nadie los afronta en cinismo e irresponsabilidad. ¿Para qué sirven? Pues para destruir a quien racionaliza o construye.