miércoles, 28 de octubre de 2015

Todos los poderes o privilegios funcionan con un "esquivar la verdad" y, asimismo, todas las injusticias o todos los males funcionan con un "esquivar la verdad". El bien es lo contrario, o sea, no desproteger, censurar, humillar, quitarle los espacios o derechos, etc. al que racionaliza (o solo ése que es irrebatible racionalmente). Eso es.
ESQUIVAR LA VERDAD (maltratarla o aniquilarla):
Los que tienen las grandes responsabilidades -y los grandes deberes éticos- esquivan la verdad y, luego -con lo significa eso de total crueldad-, exigen respetoobediencia o lo que les conviene.

Se esquiva la verdad mediante:
utilizando de fondo un "todo vale" -por una finalidad interesada- con mucha hipocresía y buenismo demagógico,
- haciendo conducir todo -cualquier verdad- hacia lo que él cree verdad religiosa, económica o ideológica -con lo que aniquila de raíz la racionalidad y todas las verdades-,
utilizando todos los recursos de censura -el no dejar espacio a la racionalidad- para que prevalezca su montaje de poder,
alimentar las confusiones para que lo poco que él añada de seudoclaridad  tenga un valor -es un modo de imposición-.
La  mentira siempre conduce a la traición, a traicionar a los valores éticos, a traicionar a tu propia naturaleza (tu propia palabra u honor), a traicionar a los demás, etc.