viernes, 1 de junio de 2012

Primero, aclarando, sí, EXTREMISMO es la convicción cerrada de que hay que ir hasta las últimas consecuencias por un objetivo -político, económico o ideológico- sin alguna paciencia sensata o moderación, sin compasión y sin escuchar a los padecimientos del pueblo. Algo así como la obsesión del "déficit cero" que lleva a cabo la administración europea -un ejemplo-.
"Siguiendo la estela de las políticas extremistas de las autoridades públicas, los respetables y prestigiosos medios de comunicación impresos se han entregado a sus propias versiones del extremismo. (1) Las guerras coloniales que devastan la sociedad civil y empobrecen material y culturalmente a millones de personas en los países colonizados se justifican, adornan y presentan como legítimas, humanas y promotoras de valores democráticos seculares. Las guerras internas en nombre de las oligarquías y contra los trabajadores asalariados, que concentran la riqueza y ahondan en la desesperación de los desposeídos, se califican de racionales, virtuosas y necesarias. Las diferencias entre los medios prudentes, equilibrados, prestigiosos y rigurosos y la prensa amarilla sensacionalista han desaparecido. La invención pura y dura, las omisiones flagrantes y las distorsiones de los contextos se encuentran tanto en unos como en otros". James Petras