domingo, 30 de marzo de 2014

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Todo medio de comunicación objetivamente MANIPULA si:

- no da la máxima prioridad a la verdad (o a lo que se demuestra),

- utiliza información para silenciar otra,


- no sabe valorar la relevancia de una información sobre otra,

- impide que sus detractores o sus oponentes se expresen,

- desprecia el librepensamiento,

- se escuda o se protege a través de cualquier fanatismo (religioso o extremista en donde las reglas de la razón no están presentes).


Y, si hace algo de eso, MANIPULA; ya sea de izquierdas, de derechas, del medio o de ideal propio.

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Con respecto al saber valorar la relevancia de una información sobre otra, se ha de hacer una información pública:

- Si es una verdad de interés racionalmente público, recientemente demostrada.

- Si hace descubrir un gran engaño o estafa -o acto delictivo o violación de los derechos universales- a muchas personas.

- Si da alguna voz a una marginalidad que anteriormente no la tenía.

viernes, 21 de marzo de 2014

LA UTILIZACIÓN CORRUPTA DE DIGNIDAD

La dignidad conlleva objetivamente tres tipos de merecimiento: Uno,ontológico (el merecimiento “como persona”, no como gusano o perro); otro, de la aplicación por igual de unas ineludibles reglas éticas (es decir, el no desmerecer por cuestiones de raza, de ideología, de sentimiento, de sexo, etc.); y, por último, el merecimiento que corresponde a lo que se hace con una responsabilidad y, sobre todo, con esfuerzo ( éste es una premiación, el no descuido de un mérito porque se ha demostrado un hacer o unos hechos beneficiosos para la sociedad).

Ya, subjetivamente, porque depende de apreciaciones muy personales o de corporativismos, está el merecimiento a lo que se dice, por cuanto sea de elogio o de denigración, por cuanto sea de alineación chovinista o de simple convicción personal o independiente (de particular libertad de expresión).
Claro, en éste al modo subjetivo todo el mundo “es muy suyo” a la hora de dictaminarlo; puesto que ese decir X a unos no les afecta y a otros sí (y, en un contexto de un sólo país, se delibera de una u otra forma según un procedimiento consuetudinario o según unas alusiones directas a favor o en contra del honor de alguien), por multitud de concepciones de lo que cada uno considera una ofensa.
Sin embargo, siendo necesario, por convenciones o por una unanimidad internacional en defensa de unos derechos humanos, ya se ha logrado que sea más objetivo -en el sentido de común- con la determinación de que un decir, cualquiera, no puede ser nunca una apología del terror, de la persecución o... del quebrantamiento de las leyes.

Dicho eso, de la dignidad todos quieren hablar porque, para el merecimiento, todos están disponibles sin alguna demora o indiferencia (ahí se les pone en juego la “felicidad”), con el poder de las influencias o recursos que tengan, por mero orgullo, sí, por mero egoísmo que es propio en mayor o menor medida de todos.

Así que, todo dictador, habla de dignidad; cualquier político, habla de dignidad; tal o cual magnate, habla -"a bla bla"- de dignidad.

Y es infinita al pedirse. El que tiene el merecimiento A, quiere el B; el que tiene los merecimientos A y B, quiere el C; y el que tiene los de la A a la Z, quiere el omega.

También, existen los merecimientos justos con respecto al parecer de unos cuantos o no; porque se pueden elaborar artificialmente, por el marketing, por la influencia, por la interesada recomendación, por una estrategia política por alcanzar el poder, porque es útil para un “hacer dinero”, para un fortalecer una competencia ideológica, etc. o porque calla o consiente tales injusticias o manipulaciones beneficiosas para algunos.

Pero, ocurre, que el que tiene un 96 por ciento de los merecimientos posibles o que puede lograr, por una u otra razón o porque se los ha concedido la maquinaria de un poder, habla de que el merecimiento número nueve mil quinientos cincuenta y uno se lo han pisoteado, sí; y es entonces, por ello, que mueve una y otra vez los hilos de sus aliados, de sus recursos y protecciones, con un “a por todas”, e imagina una situación intolerable -indignante para él-: ¡le han pisoteado el merecimiento número nueve mil quinientos cincuenta y uno! Sí, y a rescatarlo va, él, ya que tiene tanta protección.



En fin, por mi parte siempre he sostenido que la dignidad, para únicamente comprenderla, tiene también “su dignidad” porque no “le tomen el pelo”, o sea, su razón de ser, su equidad o su honor propio.
La dignidad sólo digna de ser rescatable es la del merecimiento número tres de la digna mujer que aún no tiene un 30 por ciento de sus merecimientos.

No vale decir “tengo derecho -ético- a tener un chalé” teniendo ya dos, ni el decir a lo fácil “no tengo derecho a ese insulto” cuando tú tienes, sí, miles de recursos “ya merecidos pero indignantes” que te van a proteger.

En cambio, yo siempre hablo de una dignidad imprescindible o esencial para la misma dignidad del ser humano, que es la no protegida. La que aún es lucha por lo poco que debía de haber tenido a principios de su vida; la que aún es lucha por al menos un poco de reconocimiento a los cientos de hechos beneficiosos en algo; la que aún es lucha porque le sea al fin válido un esfuerzo racional como lo es en otro; la que se ha tomado tantas molestias contraveniendo a un inmovilismo o a tradición injusta (y... ¡cuánta desprotección!).

¿Quién?, ¿quién defiende la dignidad de la salud de un indígena no contaminando con su coche el aire que él respira, o no usando la madera que le llega desde sus bosques que se talan?

Porque esa dignidad no protegida es la única merecedora de lo mínimo digno, de que por poco cuente dignamente.
No me gusta el poder o los poderes que logran -o imponen- lo... máximo digno; seguro que hay truco.
Segurísimo.

José REPISO MOYANO

jueves, 20 de marzo de 2014

PARA LO MEDIÁTICO TODO LE ES VÁLIDO:

miércoles, 19 de marzo de 2014

ME REPUGNAN VUESTROS "BUENOS"

Ante tanta hipocresía y falsedad sólo dependiendo de los todopoderosos hilos de la IMAGEN y de la PALABRERÍA (donde se apoya hasta el último de los que manipulan), prefiero "las personas malas" pero siempre haciendo hechos buenos con estricta honradez que, "las personas buenas", pero a costa del desvergonzado chovinismo -de "alma vendida" o incondicional- y del buen papel de teatro (esencialmente determinado en la pasividad y en la conveniencia, dejando pasar -sin contraposición activa o responsable o ética o ya "de verdad" o "de corazón"- una u otra injusticia); sí, esos buenistas que sólo calientan la cama a los elogios y al "me trae cuenta", esos del imprescindible escenario especulado más siempre publicitado, de la imparable vanidad, de la inevitable máscara y, en mentira total, de lo mediático; sí, esos que únicamente piensan en ellos, en sí mismos, por sus egolatrías, por sus grandes y pequeñas mentiras rentables y por sus sinrazones impuestas -sin un ápice ni rastro de ética- pero, además, por sus juegos sucios moviendo o preparando influencias para tener poder o para recibir premios, por sus ligerezas bien montadas, por sus libros (que dicen que a miles son buenos, ¡ya!, ¡qué mal dejan a Cervantes con apenas uno!, ¿no será que toda imposición -claro, puesto que no permiten otra cosa- les conviene para aligerar negocio a costa del sufrimiento y de la dignidad de los demás), y también, por último, por sus grupos "de amiguismo o de poder" (pero ¿cuándo Darwin tuvo un grupo mediático-peloteísta para sustentar su razón en eso?; él, a lo que se dedicó es al... saber, y demostrando, ¡eso ya sí es, a total honradez, ética!).
Buenos, con esos montajes mafiosos y astucias, nunca lo son; pero, destructivamente -para los valores éticos y, objetivamente, alimentando los mecanismos de la injusticia- son capaces de parecerlos, jugando así con el mundo para sus exclusivos beneficios.

viernes, 14 de marzo de 2014

GENOCIDAS ESPAÑOLES DE LA COMUNICACIÓN

Todo genocidio se ha hecho a través de los medios de comunicación (la propaganda a la alineación nazi, la inducción a matanzas en Uganda, la exaltación nacional-excluyente en otras persecuciones genocidas, etc.); por lo cual son instrumentos esenciales para que se realicen las diferentes variantes del genocidio (exterminar a una parte humana de otra condición natural o ideológica).
Claro, se presentan como instrumentos de "comunicación" pero, precisamente, la comunicación racional o ética brilla por su ausencia o desprecio o está perseguida  y, por eso, se va desarrollando cada vez más una comunicación en evidencia cínica y perversa en machacar la capacidad de conciencia -revestida de buenismo por estrategia- que siempre llega a la misma meta: a la irracionalidad. ¿Qué han hecho miles y miles y miles de medios de comunicación para evitar -enseñando sensatez y cautela- la crisis? Pues... ¡nada! ¿Y para evitar grandes catástrofes del cambio climático? Pues... ¡nada!
Cierto, son un instrumento de PUBLICIDAD, SOBREPROTECCIÓN E IMPOSICIÓN DE INTERESES, pero no de racionalidad; porque impiden radical o totalmente la racionalidad.
Sí, un arma es un  instrumento que no siempre se utiliza para matar pero, lo que es seguro, es que no se utiliza nunca para no matar: para la racionalización. Y algo así les ocurre a ellos que, por impedir racionalidad, la consecuencia segura es... irracionalidad -caldo de cultivo de una persecución o exterminio cualquiera-. El llevar a la extrema pobreza a muchos en el mundo es, objetivamente, un exterminio o el claro resultado de las acciones que se hacen
Delincuencias de reincidencia crónica
Ya, en la era digital, todos los antiéticos tienen su cadena televisiva; los que no tienen poder no, los indígenas que tan desprotegidos están no, los millones que viven en la miseria no, los que son ninguneados y pisoteados todos los días no, los que reclaman lo que les han robado tras pagar tanta hipoteca y quedarse -al final- sin dinero sudado y sin casa no, los niños prostituidos no, las grandes víctimas de la guerra no, sino únicamente los que tienen algún poder (dinero, secta, grupo amplio de fanáticos o de locos, un periódico de riquetes, los que son respaldados por recursos públicos, por integrismos religiosos, por bancos, por multinacionales, etc.). Y lo peor es que, el cien por cien de lo que dicen, es mentira total; o sea, precisamente lo que ellos llaman: "verdad" (ya llenísima de buenamierda para que así lo parezca). Medios de manipulación como Onda Cero -cerebral-, Tve, Cadena Ser -ésta se cree santa pero santaputa sería mejor-, Tele 5 -de la confusión total-, la Cope -de copillas para descerebrados franquistas-, etc. lo destruyen ¡TODO!

martes, 11 de marzo de 2014

¡QUÉ FÁCIL LO TIENEN LOS ESCRITORES ESPAÑOLES DE LA CRUELDAD! 

ELLOS, A CIENTOS DE BENEFICIOS SUCIOS -¡qué fácil lo tienen!; yo a ninguno como paria o judío exterminándose:
Se benefician del silencio -nunca lo he hecho yo-; se benefician del poder mediático -nunca yo-; se benefician de la tendencia desalmada que imponen -nunca he impuesto yo nada-; se benefician de toda mentira -nunca lo he hecho yo-; se benefician de los recursos públicos, se benefician de la protección del siempre halago y peloteo, se benefician del mercadeo y de las órdenes editoriales, se benefician de todas las injusticias que encubren...
HASTA ARISTOCRATIZAR solo su dignidad, como desalmados o asesinos; y lo ético les importa un pimiento, nunca he conocido un poeta español ético, sucios y desalmados en hechos siempre.

DADAS DOS NOTICIAS O INFORMACIONES, por ejemplo: 1) La Tierra es plana y 2) La Tierra es redonda, debe difundirse y compensarse -claro- la que tiene más racionalidad o más pruebas.

Pero no es así, pues 1) La Tierra es redonda, en España, no tiene recursos ni de apoyo ni mediáticos, ¡nunca! y 2) La Tierra es plana sí cuenta con todos los recursos y con todos los consentimientos.

Al final la mentira gobierna, es LO ÚNICO que se impone -al negar y censurar y nunca reconocer lo otro-; y es eso lo que solo se enseña y, asimismo, se establece para cualquier capacidad.

Y todo por intolerancia, porque toda mentira con recursos siempre gana -pero DESTRUYE-; así es, a cualquier mentira añadiéndosele recursos gana fácilmente -a juego sucio-, exterminando lo que es el esfuerzo racional o ético. Al que es cruel o ayuda a la crueldad le da igual todo.

martes, 4 de marzo de 2014