sábado, 2 de marzo de 2013

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"La mujer es un ser inferior Y NO ESTÁ HECHA a imagen y semejanza de Dios"
San Agustín

"... fue la mujer LA QUE SE DEJÓ engañar y cometió el pecado"
San Pablo

"Cojera de perro y lágrimas de mujer, no son de creer". Refrán popular

"La mujer casada, con la pierna quebrada y en casa". Dicho tradicional

"Por muchas razones no es bueno que la mujer estudie y sepa tanto".--------------------------------------Molière




Cuando se habla de "poderosos" siempre son esos que tienen un poder social (económico, de mediación, político, etc.) o que, en definitiva, son poderosos CON los recursos sociales. No es, así, un poder "la inteligencia", "la valentía", "la salud", "el esfuerzo"...; pues, eso, son capacidades de una naturaleza o condición (o algo que depende de uno sólo, no de la sociedad) y, además, cuando se aplican tales capacidades no corresponden a un mínimo poder si los demás se cierran a ellas o no las permiten por humillación o por intolerancia (en cuanto que Galileo, por mucho que hubiera querido hacer o convencer, a aquélla sociedad -es decir, a sus grupos intelectualmente más responsables- sólo le bastaba CUIDAR -en complicidad- a sus poderosos -por peloteo perverso o por no tener problemas- y negar cualquier dignidad).
Los medios sin ética o sin alma "de hoy" (pues eso a total demostración  les importa un pimiento, de Antena 3, de TVE, de Veo 7, de Telecinco, de Cadena Ser, de Cadena Cope, de Intereconomía, etc.)  la "reflexión" la supeditan a una finalidad -o resultado- ya predeterminada e... intransigente, lo que hace que no sea reflexión.
Son programas-partido (sí, de todo lo demás que no sea de una fijada e inamovible postura política, le sacan todos los trapos sucios, hasta el más mínimo detalle), lo que demuestra que eliminan sin duda la sensatez o el sentido crítico por un fanatismo, a ultranza, en derribar algo.
Son sectas, con un astuto buenismo muy..., muy bien maquillado, en donde son simpáticos (con bastante beneficio de explícitos e implícitos favores) los que están dentro de ellas, impidiendo o solapando siempre todo lo demás -o la exposición de la contraargumentación que sólo garantiza una racionalidad-; algo que demuestra que nada de ética o de razón hay en ellos, aunque digan millones de veces que sí para sugestionar y manipular... aún más.
Pero ya se sabe, el que tiene poderes, también los tiene para difundir mucho más la mentira (éste es el gran mal para la globalidad).
También, hay gobiernos, partidos y grupos de poder que utilizan a la iglesia -algo que es "de Dios"- o al ejército para beneficiarse políticamente o para ganar elecciones; algo perverso y nunca ético.
Asimismo, en locura, hay en algunos inútiles y cínicos que dicen "que no se pueden comparar algunas cosas", en intolerancia, cuando la comparación ya ha existido -por libertad- durante miles de años; y existe una legitimidad más en hacerlo -hasta cientos de veces al día- cuando una persona está totalmente humillada -por exterminio de su dignidad, algo únicamente nazi o, para mejor entenderlo, de nazis- y desprotegida por la consecución de sus derechos que los deben garantizar de una forma absoluta unos y otros, y ¡siempre¡ los poderes fácticos de un país; si no, no existe ética, aunque les pongan más colores y falso "simpatiqueo" a tales programas.
LOS "BUENOS" CON SU FONDO DE PRÁCTICA NEONAZI

Ante tanta hipocresía y falsedad sólo dependiendo de los todopoderosos hilos de la IMAGEN y de la PALABRERÍA (donde se apoya hasta el último de los que manipulan), prefiero "las personas malas" pero siempre haciendo hechos buenos con estricta honradez que, "los españoles buenos de claro neonazismo", pero a costa del desvergonzado chovinismo -de "alma vendida" o incondicional- y del buen papel de teatro (esencialmente determinado en la pasividad y en la conveniencia, dejando pasar -sin contraposición activa o responsable o ética o ya "de verdad" o "de corazón"- una u otra injusticia); sí, esos buenistas que sólo calientan la cama a los elogios y al "me trae cuenta", esos del imprescindible escenario especulado más siempre publicitado, de la imparable vanidad, de la inevitable máscara y, en mentira total, de lo mediático; sí, esos que únicamente piensan en ellos, en sí mismos, por sus egolatrías, por sus grandes y pequeñas mentiras rentables y por sus sinrazones impuestas -sin un ápice ni rastro de ética- pero, además, por sus juegos sucios moviendo o preparando influencias para tener poder o para recibir premios, por sus ligerezas bien montadas, por sus libros (que dicen que a miles son buenos, ¡ya!, ¡qué mal dejan a Cervantes con apenas uno!, ¿no será que toda imposición -claro, puesto que no permiten otra cosa- les conviene para aligerar negocio a costa del sufrimiento y de la dignidad de los demás), y también, por último, por sus grupos "de amiguismo o de poder" (pero ¿cuándo Darwin tuvo un grupo mediático-peloteísta para sustentar su razón en eso?; él, a lo que se dedicó es al... saber, y demostrando, ¡eso ya sí es, a total honradez, ética!).
Buenos, con esos montajes mafiosos y astucias, nunca lo son; pero, destructivamente -para los valores éticos y, objetivamente, alimentando los mecanismos de la injusticia- son capaces de parecerlos, jugando así con el mundo para sus exclusivos beneficios.