domingo, 19 de junio de 2016

LA MUERTE NATURAL NO EXISTE, EXISTE LA MUERTE CIRCUNSTANCIAL, CONCAUSADA POR LAS MEDIDAS SOCIALES.
"Potencialmente. Porque los mismos periódicos que anuncian en grandes titulares la superación de nuevas barreras, un poco más abajo y de manera mucho más discreta declaran la permanencia de los viejos límites: Los ricos viven treinta años más que los pobres. Para que nos hagamos una idea, mientras que entre 1975 y 2005 la edad media de vida de los ingleses aumentó en ocho años (hasta casi los 79), la esperanza de vida en el Africa subsahariana apenas se incrementó en cuatro meses (para llegar a los 46,1 años). Estos datos de la revista The Lancet revelan asimismo que el corte no es nacional sino económico-social, de manera que los ciudadanos más pobres de Glasgow, por ejemplo, tienen una esperanza de vida de 54 años, inferior a la media de la India. ¿Quién decide sobre la vida y la muerte de los seres humanos? No la ciencia, que podría fabricar más antibióticos y mejores hasta cubrir el conjunto del mundo; ni la producción agrícola, que podría alimentar a tres planetas Tierra; ni la razón y la bondad humanas, que podrían regular y acariciar las relaciones humanas en todas partes por igual. Es el mercado -de mano de obra y de mercancías- el que, mientras produce las condiciones materiales del máximo bienestar y la máxima longevidad, impide su aplicación y generalización. Dios, sin duda, era una ilusión más sensata y menos dañina".
Santiago Alba Rico