jueves, 30 de marzo de 2017

EL RESPETO INCONDICIONAL

Como analicé en un ensayo anterior, el respeto incondicional es el valor "más horrible" que habita en el cerebro del ser humano. Jamás debió existir, y sí en su lugar una reticencia siempre en el castigo psicológico y una renuncia al castigo físico, éstos practicados sensatamente por la comprensión del derecho a la vida en circunstancias que en cada uno no le favorecen por igual.

Así es, todas las crueldades se han sustentado en el "respeto por respetar": El respeto al Islam, el respeto al cristianismo, el respeto a la monarquía, el respeto a las costumbres, el respeto a la "sangre azul", el respeto a los méritos de guerra, etc., y sólo significaron en el fondo una sumisión al privilegio de algún poder pero, además, el justificarle toda la injusticia que provocaba.

Tan fácil es que es lo primero que se le ocurre a cualquiera, es lo fácil, el arma más infalible para inmovilizar los sentimientos y las reivindicaciones del otro, por "intimidación" porque ¡como respeta!.

Lo más difícil, sí, es otra cosa. Siempre la norma y el atavismo han sido infranqueables porque, cuando se intentaban trastocar o cambiar, entonces salía oportunamente el brujo, el "imán", el mesiánico, el inquisidor, el obispo, el autócrata, el censor, el dictador ideológico, el burócrata que seguía órdenes, etc., para hablar de falta de respeto..., de una sedición o de impiedad o de "corrupción". Sí, el respeto usado por un poder crea alineación y obediencia a la fuerza.

Por eso, el respeto incondicional se ha transferido como un trasunto, como una manía, como una repetición automática de lo inviolable al igual que un animal salvaje ya recibe el instinto de marcar las lindes de su territorio, ésas, ésas que nunca se han de sobrepasar por nadie.

No obstante, aparte, instalado ya en el conjunto de los valores éticos -en este contexto- adquiere una digna justificación; lo que implica que alguien ha comprendido su valor como un resultado, como un fruto de reflexión, no como un impulso, no como un sentimiento aislado equivocadamente tendencioso. Y, en tal sentido, respetar es una humilde sabiduría sobre lo que no se puede justificar en uno mismo ni siquiera en los demás: respetar es el no-consentimiento, el no-aprobar con las acciones precisas -no con la pasividad- lo que pueda ser injusto, con manipulación o sin ella, lo injusto aceptado contra la razón o contra un valor ético.

Luego, el respetar no se deducirá nunca del truco de ciertos sofismos o seudo-silogismos: "Si la Revolución Cubana respeta la equidad; con eso, respeto todo lo que haga la Revolución Cubana", "Si EE.UU. es una democracia y la democracia es el mejor sistema político de los posibles, en consecuencia EE.UU. no puede equivocarse" o "Si las armas de los terroristas sólo son las que causan terror, pues, jamás nuestras armas causarán terror".

Bien, ese respeto ético así asumido con coherencia siempre será un útil ejercicio de la libertad, pero habrá de "herir la sensibilidad" por obligado de aquéllos que imponen la sinrazón o la injusticia o matan o engañan... si quiere uno no engañarse a sí mismo; puesto que nuestra capacidad de comprensión no puede estar enceguecida ante lo indignante o ante lo peyorativo; aún más, no puede impedir por impedir alguna protesta o alguna crítica para dejar en claro o contrastar qué es lo despreciable en cada caso.

Tened en cuenta que tan sólo la razón o el conocimiento, eso que es propio del ser humano o debería serlo, ha herido a las sociedades que nos han precedido -también a ésta-; y les hería tanto que eran capaces -los que la representaban- de perseguir o, incluso, de matar por ello. No soportaban el conocimiento o la libre expresión. "La divina comedia" de Dante, "Las cartas persas" de Montesquieu, "Las cartas marruecas" de Cadalso, "Las flores del mal" de Baudelaire -o los escritos renovadores en general- herían a los más reaccionarios, a los más "guapos", a los que menos querían que algo cambiara de cada época. Sin duda, fue así, el conocimiento herirá siempre a los retrógados.

Dejémonos de malos cuentos. "Herir la sensibilidad" será tan necesario mientras existan mentes cerradas contra la comprensión de unos valores en su conjunto; a no ser que se haga gratuitamente, algo que es no menos que estúpido. A los injustos siempre les molestará o les herirá que les digan que son injustos.

Y sobre la crueldad: se debe especificar tal o cual y "justificar" o comprender las expresiones "de los que la reciben". Sin tapujos, las cosas no es que tengan una parte positiva y otra negativa para que sean aprobadas a ciegas, sino que a unos les afecta y a otros no -se alían con ella o, al no indignarse, no la sienten y son positivas para ellos-.
Pero ha de decirse siempre todo lo que ocurre, y tan insultantemente en la medida de que se impida la misma razón, ¡siempre!, por… dignidad de reconocerles las injusticias a aquellos que las reciben.

miércoles, 29 de marzo de 2017


Resistir luchando por la verdad contra "lo que la impide" -en el contexto de las intenciones o de lo volitivo, siendo algo que, en desprotección, requiere el máximo sacrificio y valor- es la única dignidad -que nadie responsablemente puede eludir-. Ése es un resistir al que siempre debilitan o hacen que pierda tantos desconocimientos, prejuicios, intereses parciales y sus poderes.

4 comentarios:

Anónimo dijo...
Estimado Jose:

Todo es mentira en los intelectuales y en todos los que ganan poder como aquí, y también sólo imponen esas mentiras amoldadad a ellos gracias a sus influencias y a sus poderes: ¡nunca porque tengan razón ni demostración ni coraje!

Besos

Susana, desde Argentina
José Repiso dijo...
El mundo no tiene absolutamente ningún problema -o injusticia-, infinitamente ¡NINGUNO!

Son ÚNICAMENTE los intelectuales -en el contexto más amplio- LOS QUE PERMITEN Y ENRAIZAN Y DAN LOS PROBLEMAS; a modo de mentiras (los hay a los cuales les escucho decenas en un discurso de un minuto), a modo de consentimientos (por irresponsabilidad y complicidad, en el "dejar pasar" y, no señalando ni demostrando una injusticia, ni siquiera dejan "al que puede hacerlo": intolerancia total) y a modo de confusiones o de cortinas de humo (pues siempre tapan "lo que es injusticia" y, por el contrario, difunden mucho "lo que no existe", porque es una obsesión de sus intereses que contagian a la sociedad), a modo de dar legitimidad a los poderes opresores (puesto que ya han creado todo el caldo de cultivo de confusiones y de pasividad para que esos, en esa tanta facilidad, se aprovechen) y a modo de irracionalidad total (pues la base de la racionalidad, LA ÚNICA, es permitir al que demuestra y al que contraargumenta, porque la verdad y la claridad salga o sea posible -algo que, en los intelectuales españoles, no lo he visto ni un sólo segundo de mi vida y, paradójicamente, algo en algunos dictadores sí).

Así es, el terrorismo "NO EXISTE", es precisamente su terrorismo el que hay que erradicar y, al momento, todos los demás desaparecen paulatinamente, ¡SIN NINGUNA DUDA Y CON DEMOSTRACIÓN TOTAL!, ¡TODOS!

La sinrazón, si prescinde de la misma razón, siempre impone; y la sinrazón que utiliza poder o ayuda de algún poder siempre impone o se impone.
PROYECTO RAÍCES dijo...
Hola José, ¡sigue siempre!

La infravaloración (y su desprotección) es el arma infalible (que a su vez es un arma de cobardía) de todo poder y de la sinrazón.

Piensa que a Neruda, infravalorándolo, se le hubiera destruido fácilmente.

Los cobardes triunfan, sí, pero a costa de solamente mentira y cobardía.

La coherencia es lo que vale.

¡Sigue!
José Repiso dijo...
TODO VALOR ÉTICO -EN EL FONDO- SE FUNDAMENTA EN EL "SABER DIGNIFICAR". ASÍ ES, DEMUESTRAS A TU MADRE QUE LA AMAS Y QUE LA PROTEGES SÓLO PORQUE VERDADERAMENTE LA DIGNIFICAS; Y DEMUESTRAS QUE TE IMPORTAN LOS DERECHOS HUMANOS DE LOS MÁS DÉBILES SÓLO PORQUE PRIORIZAS -POR ENCIMA DE TANTOS INTERESES, INCLUSO DE LOS TUYOS NO TAN IMPRESCINDIBLES- SU DIGNIDAD.

ES DECIR, CUALQUIER DERECHO SÓLO SE PONE EN MARCHA DIGNIFICANDO -Y SABIÉNDOLO HACER-, NO PASANDO POR ALTO CUALQUIER DISTINCIÓN NATURAL O ESFUERZO DE NADIE.

PERO ES LO CONTRARIO LO QUE PRECISAMENTE HACEN MUCHOS DE LOS QUE VAN DE CORRECTOS O DE SENSATOS, ESO, LO CONTRARIO.
LA ANTIFILOSOFÍA Y LA OBJETIVA ANTIRRAZÓN DE FERNANDO SAVATER


 "No hay ninguna razón moral para prohibir las corridas de toros":  Savater
Filosofía significa amor a la verdad y, por lo tanto, al bien (puesto que la verdad es el bien), al buen o no injustificable hacer y también es el amor a la vida de todos,  incluida la de los animales,  evitándole todos los sufrimientos evitables.  Eso, sin engaños y en honor a la verdad, es así. Pero Fernando Savater dice y hace lo contrario, y encima a total mentira se llama o lo llaman filósofo.
Dice que hay que distinguir entre el hombre y la bestia, pues eso es una infinita mentira, ¡más grande que la cara de mentiroso y manipulador que tiene!
- ¡Exactamente!, no hay por qué distinguir interesadamente (él lo hace, él distingue, pero partiendo de la forma interesada del defender tal maltrato) eso...;  digamos, sencillamente que toda distinción que se haga interesada ya es antifilosófica, ya es truculenta o emputada en un cerebro de demostrable inutilidad. Pero pillo y perverso para con todos los juegos sucios unirse a los poderes y pudrirlo todo.
Y es que este señor todo lo que dice, lo dice  imponiéndolo (sí, la sinrazón continuamente utilizada con recursos de poder es IMPONER) y, a sabiendas de que el paradigma de la imposición es el dictador o el genocida, con tal lógica y además con la lógica de la repulsa de la extrema indignación a que se utilice el "saber" para ser instrumento de la crueldad, la gente tiene un absoluto derecho a compararlo con cualquier protagonista de la crueldad, y aun a exigirle que no pisotee más a la misma razón-ética (que se ahorque Savater mejor, si es posible y ya dados sus crueles hechos y sus cacaos mentales reincidentes de locura total)
Solo ha buscado suciamente todo recurso de poder o la antirrazón muy mediatizada. Éstos pillos tenían que estar encerrados en la cárcel por sus millones de confusiones y destrucciones que hacen

miércoles, 1 de marzo de 2017

Solo el que demuestra racionalmente, el que se ha enfrentado a una confusión aceptada durante siglos, el que ha señalado las causas de injusticias, el que ha desenturbiado, el que ha especificado las sinrazones, el que ha hecho ver o ha concienciado en mucho, sabe realmente cuáles son los esfuerzos titánicos que requieren la verdad; los demás nada, que han vivido sin duda de zánganos en cumplimiento ético y de HdP en dejadez -probándolos hechos-, con todas las puertas abiertas a la crueldad.
El que busca el camino contrario, ya sabe rastreramente todas las pillerías de lo contrario y de quedar además como buenista, para + inri.
Todo debe ceder menos la verdad;  o todos los intereses menos ella (si no, moriría o no podría existir), que no está para usos privados, mediáticos o en venta.


La razón es estrictamente jamás amparar alguna sinrazón, bajo ninguna justificación o bajo ninguna otra regla.
¡Eso es la razón junto a aplicar las reglas racionales, nunca otras!
José Repiso dijo...
Se utiliza mucho ahora la razón propaganda o demagógica o decorativa para romper precisamente la coherencia racional. Es una razón que ambienta - acopla- muy positivamente todas las sinrazones que uno pretende adoctrinar o imbuir. Por ejemplo, nadie va a negar que la consulta independentista catalán es ilegal -ilegal es todo lo que en un momento determinado no lo aprueban las leyes-, pues ¡a por todas!, todos los medios manipuladores hablan entonces de eso todos los días sin faltar ni uno, acoplándolo a sus sinrazones o fanatismos. Como ya se sabe que los catalanes durante siglos van a querer ser independentistas, pues medios con todo el ABC de la crueldad se exhiben -y aprovechando para ellos razón- con que eso es malo, malo, ilegal una y otra vez -como rentabilidad irracional-.

"Va a haber superpoblación", eso es una razón segura; lo peor es que eso se utilice para hacer campaña de unos intereses propios.

4 de mayo de 2014

ELLOS, A CIENTOS DE BENEFICIOS SUCIOS -¡qué fácil lo tienen!; yo a ninguno como paria o judío exterminándose: Se benefician del silencio -nunca lo he hecho yo-; se benefician del poder mediático -nunca yo-; se benefician de la tendencia desalmada que imponen -nunca he impuesto yo nada-; se benefician de toda mentira -nunca lo he hecho yo-; se benefician de los recursos públicos, se benefician de la protección del siempre halago y peloteo, se benefician del mercadeo y de las órdenes editoriales, se benefician de todas las injusticias que encubren... HASTA ARISTOCRATIZAR solo su dignidad, como desalmados...

----
De mis millones de esfuerzos, por ejemplo, jamás han protegido alguno -son fusilables o ¡zas! exterminables-; pero, si ellos solo han tenido un esfuerzo es sobreprotegido hasta en su primer átomo y hasta por los dictadores. Sí, por cada esfuerzo que ellos tienen yo tengo irrebatiblemente millones; pero ellos se llevan o roban más fruto, así es este claro nazismo practicado por ellos. ¡Jamás les ha importando un pimiento ni ética ni corazón ni nada!
------------

Los que son verdaderamente INTOLERANTES son esos que nunca dan una oportunidad a lo racional ni a la luz ni a la nada.

3 de enero de 2014