domingo, 19 de abril de 2015

lunes, 6 de abril de 2015

AQUÍ NO SE DAN LAS ESPALDAS A LA VERDAD, NI A LA DIGNIDAD; ALGO QUE SÍ HACES TÚ "COMO SI NADA". 
En la vida tengo perfectamente comprendido que, los que más hablan del bien, son precisamente los que se mean encima de él. Nada hubieran hecho por Jesucristo -hacer algo por él es solo hacer algo por la verdad-, exacto, ¡nada!, ni por nadie que no venda algo por rentable mentira. Para ellos, verdad es un negocio, un darlo todo por sobremediación o por lameculismo rentable.
A ellos LOS DEFIENDEN MUCHOS INTERESES -y de ellos sacan mucha rentabilidad, recursos y poder para dominar y fácilmente beneficiarse-; por el contrario, a mí no me defiende ningún interés, a honradez solo el esfuerzo sin recursos y el cumplir las reglas racionales. ¡Ahí está todo!, ya está todo dicho. Mientras para unos la dignidad es un privilegio de dictadura; otros la tienen que sudar y sangrar hasta la muerte.
Muchos inventan un papel o una imagen en la sociedad (un artificio o mentira) y envuelven todo lo demás en eso  y lo imponen a los demás desarrollándose la crueldad.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA VERDAD?

Existe un motivo esencial: Porque la convivencia es la base de la sociedad y, tal convivencia, no puede estar regida por un juego sucio, sino por un juego limpio, por un ser leal a lo que es o es real; porque la convivencia no puede, asimismo, estar regida por mil reglas, sino por solo unas.
Por ejemplo, en un hormiguero todas las hormigas tienen las mismas reglas -y todo se aproxima a la perfección-, pero no pueden diez hormigas dedicarse a robar y las otras a trabajar, ni cuarenta hormigas dedicarse a desorientar a las demás, ni cuarenta transmitiendo que la comida no existe, etc. Eso es, todas tienen unas mismas reglas, y no cada una se inventa unas distintas para que todo deje de funcionar, ya alejándose cada vez más de la realidad.

Además, para solucionar cualquier cosa es imprescindible la verdad, para construir algo también, para amar o para entenderse o extenderse la justicia o la paz.  En definitiva, para todo lo bueno.