martes, 29 de septiembre de 2015

LA ANTIFILOSOFÍA Y LA OBJETIVA ANTIRRAZÓN DE FERNANDO SAVATER


 "No hay ninguna razón moral para prohibir las corridas de toros":  Savater
Filosofía significa amor a la verdad y, por lo tanto, al bien (puesto que la verdad es el bien), al buen o no injustificable hacer y también es el amor a la vida de todos,  incluida la de los animales,  evitándole todos los sufrimientos evitables.  Eso, sin engaños y en honor a la verdad, es así. Pero Fernando Savater dice y hace lo contrario, y encima a total mentira se llama o lo llaman filósofo.
Dice que hay que distinguir entre el hombre y la bestia, pues eso es una infinita mentira, ¡más grande que la cara de mentiroso y manipulador que tiene!
- ¡Exactamente!, no hay por qué distinguir interesadamente (él lo hace, él distingue, pero partiendo de la forma interesada del defender tal maltrato) eso...;  digamos, sencillamente que toda distinción que se haga interesada ya es antifilosófica, ya es truculenta o emputada en un cerebro de demostrable inutilidad. Pero pillo y perverso para con todos los juegos sucios unirse a los poderes y pudrirlo todo.
Y es que este señor todo lo que dice, lo dice  imponiéndolo (sí, la sinrazón continuamente utilizada con recursos de poder es IMPONER) y, a sabiendas de que el paradigma de la imposición es el dictador o el genocida, con tal lógica y además con la lógica de la repulsa de la extrema indignación a que se utilice el "saber" para ser instrumento de la crueldad, la gente tiene un absoluto derecho a compararlo con cualquier protagonista de la crueldad, y aun a exigirle que no pisotee más a la misma razón-ética (que se ahorque Savater mejor, si es posible y ya dados sus crueles hechos y sus cacaos mentales reincidentes de locura total)
Solo ha buscado suciamente todo recurso de poder o la antirrazón muy mediatizada. Éstos pillos tenían que estar encerrados en la cárcel por sus millones de confusiones y destrucciones que hacen

jueves, 17 de septiembre de 2015

La evangelización se hizo con la objetiva consideración de que únicamente eran personas los "occidentables" y los otros ya otra cosa: bestias, esclavos (o seres no dignos de libertad), unos sin alma, objetos de mercancía, etc.
O sea, fue la MENTIRA al fin y al cabo lo que se utilizó para evangelizar y causar, lógico así, como consecuencias a casi infinitas injusticias.
Lo peor que los mismos pueblos eso permiten por creer a ciegas a las intenciones de cualquier poder (de uno o de otro, sí, en vez de desproteger el mal en ignorancia lo protegen) y nunca dejarse guiar por el pensamiento crítico o por la probación racional -irrebatible racionalmente-.
Lo que ocurre es que "los de arriba" (en privilegios sociales), los que viven de rentabilizar lo establecido con todas sus decididas oscuridades (blindajes a la verdad en pos de otras interesadas líneas) jamás van a permitir luz o bien o verdad, pues ya usarán o financiarán (con todos los recursos sociales que son de ellos o controlados por ellos) una u otra triquiñuela, ¡para que todo siga igual a su antiético favor!
Eso, tal herencia o raigambre de sus acciones-influencias de poder, es demasiado obvio hasta en Twitter o en Faceebook que, a cualquier HdP, le siguen o lo favorecen millones y, a cualquier decente (o no abandonado o no vendido a tal sinrazón) ¡nadie! y ya por ciegos o jaurías es apaleado-ninguneado-exterminado.
Así, los pueblos están determinados a que protejan -o dejen vivir- únicamente al HdP
http://www.monografias.com/trabaj…/indigenas/indigenas.shtml

lunes, 7 de septiembre de 2015

La verdad (para ser verdad) no necesita a nadie ni a nada de las millones de oscuridades,trampas, trucos y excusas que son posibles con la voluntad. Por el contrario, la mentira absolutamente siempre necesita JAURÍA, tapadera, algún poder (o capacidad de imposición), crueles (que ulilizan el buenismo vacuo y la influencia interesada y la puesta en escena maquillada para renta) aunados a porque sí
 
La mentira no se defiende por sí misma, siempre supone y requiere colaboración de MONTAJE, complicidad. La mediocridad, el fanatismo político, la linealidad manipulante o una u otra imposición literaria, la antiética,... tienen facilísima su labor (con triunfo robado o forzado) con tal complicidad.
Las leyes son "cosas" del poder;  él las hace porque permanezca un control de él hacia el pueblo más que del pueblo hacia él.