lunes, 31 de octubre de 2011

INFORMACIÓN-ENTRETENIMIENTO
(Y SU DESVIRTUACIÓN COMO CONOCIMIENTO RESPONSABLE Y CONSCIENTE):

IPS: ¿Existe plena libertad de información para los periodistas o ellos están sujetos a la buena voluntad de los propietarios de los medios de comunicación?
GIOVANNI MELOGLI: Verifico la manifestación de dos tendencias más bien peligrosas para una información libre y de calidad. Aparece el problema de la falta de verdaderos editores en muchos países y, cuando existen, se ven presionados e intimidados por la exigencia de vender y tener público. Muchas veces nos vemos enfrentados a empresas con múltiples intereses (ajenos al periodístico) que los defienden y promueven gracias a los medios de los cuales son propietarios.
Es la victoria del "infotainment" (información-entretenimiento) sobre la información pura, con la revolución por vía de Internet, que puso de rodillas el modelo económico de muchas agencias de noticias, una demanda de "información" que pretende un soporte audiovisual, es decir, privilegiando la emotividad a la racionalidad.
Estamos ante un analfabetismo de retorno, que en muchos países llega a cifras alarmantes. En Italia, 60 por ciento de la población tiene dificultades para escribir y metabolizar conceptos complejos. Todos estos factores envenenan la base de conceptos como la libertad de información.
En algunos casos, esto se manifiesta de manera mucho más sutil que la del editor tirano que impone su agenda del momento, por la necesidad de adecuarse a gustos de un público que no quiere más una información de calidad porque no sabe qué hacer con ella.
Sobre esta teoría hay un muy buen libro, que es "Amusing Ourselves to Death" (Divertirnos hasta morir), del estadounidense Neil Postman.

lunes, 24 de octubre de 2011

ALGO DE ENGAÑO NO ES INFORMACIÓN.

Todo medio de comunicación objetivamente MANIPULA o TRAFICA CON INFORMACIÓN si:

- no da la máxima prioridad a la verdad (o a lo que se demuestra),


- utiliza información para silenciar otra,

- no sabe valorar la relevancia de una información sobre otra,

- impide que sus detractores o sus oponentes se expresen,

- desprecia el librepensamiento,

- se escuda o se protege a través de cualquier fanatismo (religioso o extremista en donde las reglas de la razón no están presentes).

Y, si hace algo de eso, MANIPULA; ya sea de izquierdas, de derechas, del medio o de ideal propio.

Con respecto al saber valorar la relevancia de una información sobre otra, se ha de hacer una información pública:

- Si es una verdad de interés racionalmente público, recientemente demostrada.

- Si hace descubrir un gran engaño o estafa -o acto delictivo o violación de los derechos universales- a muchas personas.

- Si da alguna voz a una marginalidad que anteriormente no la tenía.

sábado, 22 de octubre de 2011

LAS RAÍCES DE LA ESCLAVITUD

Si hay algo que define intrínsecamente el vasallaje y lo PREESTABLECIDO eso es la "estética", sí, diseñándose en uso y predisposición de "categoria humana superior" para las clases dominantes.

Pues la verdadera moral, en demostración, se asentaba en la sociedad con la difusión de la HUMILDAD -que era lo único que se contraponía al abuso de poder, de soberbia y de dominación-, por iniciativa del cristianismo y de otras religiones como la hinduísta o la budista o la islámica.

Además, los valores éticos en su mayoría -y desde los
principios de la humanidad- han permanecido muy idénticos: "la defensa de la vida", la amistad, el amor, la bondad, etc.; pero, la estética no, ¡nunca!

La estética, eso -y con todas las documentaciones de los modos de vida anteriores-, la DICTABAN solo los faraones, los brDhmanes y nunca los shudrás, los patricios y nunca los plebeyos, los califas, los jeques y los imanes y nunca los obedientes o esclavos, los hombres y nunca las mujeres -esto está más que probado-, los colonos y nunca los indígenas.

Así de claro, sin rodeos, sí, la estética representaba la simbología de tal orden y de tales modales inquebrantables que favorecían siempre a la minoritaria clase que oprimía al pueblo.

Con tal base, todos los modales de vida social, todo el comportamiento de todos y todo lo que conllevaba la belleza era absolutamente dictado por una aristocracia que se beneficiaba demasiado con ello; mientras que la ética -en la búsqueda de la justicia y de la igualdad- solamente se conseguía por los que, contra esa estética de supeditación encadenante, se desmarcaban ya con más racionalidad -algo que suponía sin duda subversión, pues considérese que en el fondo lo era el mismo conocimiento- o sentido crítico.

miércoles, 12 de octubre de 2011

DEUDOCRACIA (hay pueblos que siempre DEBERÁN y otros que no):



LA MAYOR MANIFESTACIÓN POR LA TIERRA
Represalias

domingo, 9 de octubre de 2011

BUSCA TU LIBERTAD; NO PERMITAS QUE TE LA BUSQUEN OTROS POR TI O ESTOS QUE AQUÍ SE NOMBRAN:
Todo el mundo tiene derecho a calificar lo que ve, siente y vive; si no, ni podrá sentir ni podrá vivir.

sábado, 8 de octubre de 2011

LA EDUCACIÓN

Con potenciar cualquier emocionalidad NO HAY UN EFECTO DE UNA MAYOR INTELIGENCIA, ¡nunca!, sino ÚNICAMENTEcon la adquisición y evaluación crítica y autocrítica de conocimientos. El arbitrio de afectos o emociones -por muy bonita que parezca la intención- conduce absolutamente siempre a la manipulación; pues ¿a quién hay que darle esos afectos? y ¿a qué o a quiénes no?, es decir, ¿qué regla universal
hay ahí para que sea imparcial y que no manipule?

Otro aspecto muy diferente -otra cosa- es la educación, la educación que recibe un niño -desde que nace- del... ENTORNO -del medio social-.

Hay que señalar que CONOCER -o adquirir conocimientos- no es exactamente lo mismo que EDUCACIÓN.

Por ejemplo: Un perro o cualquier animal conoce o va conociendo a través de toda su vida; en cambio, cuando se socializa o adquiere NORMAS de socialización, ya está condicionándose en voluntad y en cierta libertad a eso, es decir, está condicionando todos sus conocimientos a una normativa social (en donde debe imperar unos principios justos o lo más justos).


Así que no todo el conocer se elige, pero toda la educación sí se elige; y la elige: la familia, el pueblo, las instituciones, los medios comunicativos y el gobierno.
Entonces, se EDUCA ante todo racionalmente -haciendo comprender, no imponiendo- nunca invadiendo la independencia emocional y única de cada individuo; o sea, se educa no coartando -ni condicionando arbitrariamente- la libertad emocional (el sentir propio existencial, el sentir propio religioso, el sentir propio sexual, el sentir propio de espontaneidad o de carácter, el sentir propio de complicidad con la pareja o con los amigos, etc.).

Un padre cuando educa tiene que ser padre, no amigo, ni acostarse con su hijo emocionalmente; al igual, un maestro cuando educa tiene que ser maestro ante todo, no amigo, ni acostarse ni diseñar emociones íntimas con sus alumnos.

Las emociones en cada individuo son solo propiedad y únicas en ese individuo -es la diferente señal de identidad que tiene-; por otra parte, los conocimientos o las reglas que dan los maestros deben ser las mismas -por hacer una sociedad coherente bajo iguales reglas- para todos. Así es.

martes, 4 de octubre de 2011

No hay en la televisión participación real. A la gente se le pide la opinión para saber si están sintonizando este u otro canal. Ese es el único feedback posible. En sus inicios, la señal de televisión estaba sujeta a una institución universitaria. Pero luego se abrió para que cualquier privado pudiese emitir lo que se le ocurriera. Por eso es complejo, porque evidentemente el periodismo que se hace en televisión está sujeto a los intereses comerciales del canal. Luego está al servicio de una determinada orientación política enmascarada, lo que significa además, con las técnicas modernas, la posibilidad que se expresen voces diferentes para dar la sensación de objetividad. Muy norteamericano por lo demás. Entonces, el hecho de que haya voces disidentes, toleradas en cuanto a volumen, es una necesidad para ellos, porque así reflejan una supuesta realidad. Pero cuando se trata de temas trascendentales para el sistema, esa objetividad desaparece, porque nunca existió. Siempre fue una ficción”. José Miguel Varas (Chileno. Crítico de Comunicación y Premio Nacional de Literatura).