En el estado español, subraya Tamayo, todos los gobiernos de la democracia han sido “rehenes” de la iglesia católica; “ha habido una clara sumisión del poder político al eclesiástico, algo que no tiene ninguna justificación constitucional ni evangélica; y lo peor han sido las consecuencias de esta subordinación: se ha limitado las posibilidades de avanzar hacia un verdadero estado laico, pero también hacia un posicionamiento de la iglesia al lado de los marginados; en otras palabras, la transición democrática, con todas sus notorias limitaciones, tiene aún una mayor: no se ha producido una transición religiosa”. “Supongo que las razones de esta supeditación son de índole electoral, es decir, las grandes bolsas de votos que moviliza la iglesia católica; Hay en esto, además, algo decisivo que no debe olvidarse: la jerarquía católica defiende un proyecto político absolutamente terreno, y lo hace con resultados extraordinarios; de hecho, es la única institución oficial que no sólo no ha visto dañados sus privilegios, sino que los ha aumentado; así resulta difícil ser sensible a las dificultades de los marginados”. Enric Llopisdomingo, 21 de octubre de 2012
"En América Latina también el contexto difiere en mucho de aquél en el que emergió, en la década de los 70, la Teología de la Liberación: dictaduras, pobreza estructural, gran analfabetismo, movimientos de liberación y guerrillas, desarrollo de la “pedagogía del oprimido”. Hoy, pueden distinguirse tres grandes tendencias religiosas y teológicas en América Latina: neoconservadores sometidos al Vaticano (“Es muy difícil encontrar obispos de diócesis importantes, vinculados a la Teología de la Liberación; estos han sido sustituidos por ortodoxos cercanos a Roma y alejados de los pobres y excluidos”, explica Tamayo); en segundo lugar, la Teología de la Liberación, de la que beben las comunidades cristianas de base y que, pese a mantenerse vivas y activas, se ven afectadas por la creciente secularización.
Y la tercera de las tendencias, que gana adeptos todos los días en el continente: la denominada “Teología de la Prosperidad”, como fórmula alternativa a la Teología de la Liberación. Se trata, en palabras de Tamayo, de una propuesta en la que “Dios viene a ser un propietario y en la que se habla de la salvación en un lenguaje bancario”; una propuesta, en fin, coherente con el libre mercado. Sin embargo, en América Latina emergen también nuevos sujetos de cambio y que dan lugar a nuevas teologías. No rompen con la teología de la liberación, más bien la complementan y actualizan. Son las teologías feministas, indígenas, de los afrodescendientes, campesinas, ecológicas (de la mano de Leonardo Boff), económicas (vinculadas a los movimientos sociales alternativos) y del pluralismo religioso.
En el estado español, subraya Tamayo, todos los gobiernos de la democracia han sido “rehenes” de la iglesia católica; “ha habido una clara sumisión del poder político al eclesiástico, algo que no tiene ninguna justificación constitucional ni evangélica; y lo peor han sido las consecuencias de esta subordinación: se ha limitado las posibilidades de avanzar hacia un verdadero estado laico, pero también hacia un posicionamiento de la iglesia al lado de los marginados; en otras palabras, la transición democrática, con todas sus notorias limitaciones, tiene aún una mayor: no se ha producido una transición religiosa”. “Supongo que las razones de esta supeditación son de índole electoral, es decir, las grandes bolsas de votos que moviliza la iglesia católica; Hay en esto, además, algo decisivo que no debe olvidarse: la jerarquía católica defiende un proyecto político absolutamente terreno, y lo hace con resultados extraordinarios; de hecho, es la única institución oficial que no sólo no ha visto dañados sus privilegios, sino que los ha aumentado; así resulta difícil ser sensible a las dificultades de los marginados”. Enric Llopis
En el estado español, subraya Tamayo, todos los gobiernos de la democracia han sido “rehenes” de la iglesia católica; “ha habido una clara sumisión del poder político al eclesiástico, algo que no tiene ninguna justificación constitucional ni evangélica; y lo peor han sido las consecuencias de esta subordinación: se ha limitado las posibilidades de avanzar hacia un verdadero estado laico, pero también hacia un posicionamiento de la iglesia al lado de los marginados; en otras palabras, la transición democrática, con todas sus notorias limitaciones, tiene aún una mayor: no se ha producido una transición religiosa”. “Supongo que las razones de esta supeditación son de índole electoral, es decir, las grandes bolsas de votos que moviliza la iglesia católica; Hay en esto, además, algo decisivo que no debe olvidarse: la jerarquía católica defiende un proyecto político absolutamente terreno, y lo hace con resultados extraordinarios; de hecho, es la única institución oficial que no sólo no ha visto dañados sus privilegios, sino que los ha aumentado; así resulta difícil ser sensible a las dificultades de los marginados”. Enric Llopis
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2 comentarios:
Hay propiedades que aún no tienen un registro de la propiedad por alguna circunstancia; pues bien, la Iglesía moviendo influencias y abogados se las registra a su nombre.
Robar es únicamente COGER LO QUE NO ES TUYO.
http://www.elplural.com/2012/04/23/la-iglesia-se-apropia-de-un-inmueble-cada-tres-dias/
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