- Quien no prioriza sus únicas reglas imparciales y las menosprecia en alguien -pues elige intolerantemente su decir que, en irracionalidad, impone-.
- Quien, para seguir con un sofisma, una argucia o un argumento no coherente, no le importa lo que le demuestren.
- Quien no valora a alguien que demuestra y extermina su dignidad -sus esfuerzos de demostración-.
- Quien tiene toda su psicología a la conveniencia sin ética, y va solo confundiendo, dando por válidas razones de antemano, engañando y manipulando.
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