domingo, 4 de enero de 2015

La verdad (para ser verdad) no necesita a nadie ni a nada de las millones de oscuridades,trampas, trucos y excusas que son posibles con la voluntad. Por el contrario, la mentira absolutamente siempre necesita JAURÍA, tapadera, algún poder (o capacidad de imposición), crueles (que ulilizan el buenismo vacuo y la influencia interesada y la puesta en escena maquillada para renta) aunados a porque sí
 
La mentira no se defiende por sí misma, siempre supone y requiere colaboración de MONTAJE, complicidad. La mediocridad, el fanatismo político, la linealidad manipulante o una u otra imposición literaria, la antiética,... tienen facilísima su labor (con triunfo robado o forzado) con tal complicidad.
Las leyes son "cosas" del poder;  él las hace porque permanezca un control de él hacia el pueblo más que del pueblo hacia él.

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