domingo, 16 de agosto de 2015

Respetar, cuando tú tienes valores éticos, en ese contexto, el respeto es una consecuencia tuya individual con esos valores; pero el respeto, en el contexto de los grandes intereses y poderes, funciona de otra forma contraria e indica consecuentemente obedecer a sus leyes -es un respeto dirigido, no a tu libre albedrío de sentimientos e ideales-, a sus reglas, a sus dictados, a su situación injusta o privilegiada. Por eso, lo que ellos crean, en evidencia, está creado prioritariamente para ser obedecido: las normas están hechas PARA SER OBEDECIDAS, SUS ESTADOS DE PRIVILEGIO PARA SER OBEDECIDOS, ETC

El respeto es consentimiento ilimitado e incondicional de eso: complicidad, anulación de la evaluación ética -que es libre y crítica-. El respeto en ese contexto es consubstancial a la obediencia: la norma no se ama, sino se obedece; y lo establecido no se ama, sino se obedece. Entonces, si quieres respetar lo establecido de ellos, pues has de obedecer lo establecido, si no, no lo respetas. Es decir, directamente te inculcan o "te obligan culturalmente" a la obediencia a través del respeto.

Más claro, a todo poder no lo pone en riesgo o en peligro el que lo amen o no le amen, el que lo respeten con amor o no, sino únicamente que no lo obedezcan. Por eso el respeto inculcado durante toda la historia por cualquier poder es un respeto consubstancial a la OBEDIENCIA. O sea, es un "respeto dirigido" y no libre -algo contraproducente al bien, que ha de ser voluntariamente y decidido desde el interior o del alma de una forma plenamente libre: decidido por ti-.                           22 de junio de 2012
TELECINCO halaga y sobreprotege constantemente la crueldad del tauromaltrato (y para disimular hace otras campañas para no maltratar, cuando lo que en demostración hace es: maltratar

No hay comentarios: