martes, 12 de octubre de 2010

A LAS CLARAS:

Un señor dice -quizás contagiado por al crisis que hay de espiritualidad y de intelectualidad- que él se ríe de todo.

Pues bien, a ese respecto, sí, no se pueden defender unos valores éticos ni aun reconocer o exigir una u otra responsabilidad sobre los hechos -o sobre las acciones- si, al mismo tiempo, te ríes de cualquier ética o de cualquier imprescindible responsabilidad -porque se alimente la barbarie y la impunidad-.

Y, también, si se ríe de sí mismo él, claro, no respetándose siquiera a sí mismo, ¿cómo puede respetar algo a los demás?

Pero, por el contrario, otra cosa muy distinta es el buen sentido del humor que, en inteligencia, resalta críticamente la ridiculez de algo, ya de algo, de esto o de aquello -por su idiotez, por su inutilidad o por su cara dura o despropósito inconcebible-; y no, no que rebaja todo al desprecio mismo en una rasa o nula desvalorización -lo cual niega cualquier dignidad en su desconsideración de unos diferentes esfuerzos y de unas precisas buenas acciones-.

Lo que ocurre es que, ése que es miserablemente frivolizador de responsabilidades para nada y de dignidades ajenas para negarlas y para sólo destruir lo cívico, además de reírse de todo por zafio truco o por desvergüenza, "se cree, con ello, que todos son de su igual condición"; es decir, ahí, a todos los rebaja... en sus honores, en sus "sacrificios personales" y en lo que han demostrado toda la vida respetando un valer o cierta autoridad ética, a la misma altura rasa de su “cacao mental” o de su misma miseria; ¡qué fácil!

¡Qué fácil es destruir!, y siempre; cuando Jesucristo agonizaba llevando la cruz, muchos o una gran mayoría se reían pues, conseguían así, destronarlo “de un sólo plumazo” de su tan pura grandeza moral para al fin rebajarlo humillantemente –¡por envidia!- a lo que ellos eran de miseria espiritual y, también, para al fin no tener una autoridad moral, una, porque les reprobara el que lo justificaran todo, sus engaños y sus crueldades.

4 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

Ahí están y pidiendo cuando les conviene, a máxima desvergüenza y manipulación, que la sociedad tenga más valores éticos (suena a "recoquineo"). No, !eso nunca!, pues ya tienen... bastantes o suficientes.

Lo que sí -y esto es para que se enteren como sea- es imprescindible o muy necesario es que, ¡al fin ellos!, tengan alguno -aunque sea uno- y me refiero a los intelectuales, a los políticos y a los que usurpan el poder comunicatico, educativo y mediático.

Claro, eso lo llevo diciendo ya mucho tiempo: Son ellos los que, al menos ya -que va siendo hora-, tengan uno, al menos uno; pues, tras decenas de años analizándoles, ¡sí!, no practican ¡ni uno!

Para comprenderlo con un ejemplo:
Hace unos siglos, era cierto se hacía una tripulación para un barco con una gran parte delincuentes y expresidiarios y, sin embargo, la tripulación funcionaba perfectamente durante años. Ellos no eran el problema.

Y funcionaba sólo porque... LOS QUE DIRIGÍAN EL BARCO -sobre todo el capitán o el almirante- EJEMPLARIZABAN PRIMERO E IMBUÍAN COSTANTEMENTE UNOS VALORES.

Sí, sólo en y por eso todo se arregla; pero, los que tienen recursos de dirección y de comunicación, ¡¡¡primero!!!


Nota.- Me refiero a cualquier embarcación (cristiana, musulmán, imperial, colonial, pirata, etc.) teniendo en cuenta que, durante miles de años, implicaba "una pequeña organización social itinerante de personas de todas las condiciones y rangos"; sí, y se quiera o no se quiera, ha influido en la forma que concebimos ahora la sociedad, o sea, es algo que ha marcado o modelado en la parte que le corresponde a nuestra civilización.

José Repiso Moyano dijo...

Existe cáncer en el mundo porque lo quieren y... les beneficia; delincuencia porque lo quieren alimentándola y... les beneficia; la mal organización de algo porque lo quieren y... les beneficia, etc.; pero NO PERMITIRÁN ¡NUNCA Y NUNCA! que otro al menos dé una solución.

Más cicatería e intolerancia imposible.

José Repiso Moyano dijo...

Osvaldo,

la razón es la única capacidad que tenemos para CONOCER las cosas y, a medida que se aplica coherentemente, las cosas se conocen mejor, sin duda; pues bien, para solucionar cualquier problema, para adaptarse -continuar- el ser humano, obligatoriamente HA DE CONOCER BIEN a lo que se adapta y qué soluciona.

Es así; y no, la razón no es de ninguna manera una entelequia, está y la tienes antes de ser entelequia -ya sea por ti mismo o grupal- como tienes la vida y las cosas naturales, ¡sí!, enfrente -regidas por reglas coherentes o... racionales, por un orden al cual sólo obedece la razón-.

Comprendo que te confunda la Escuela de Frankfurt (la Universidad actual lamentablemente ha desinformado a muchos estudiantes) pero, ésta, intentaba razonar como todas las escuelas aunque no respetaba estrictamente la razón; esto es, partía de una terapia o de una imaginación sociológica -de sugerencias o de utopía marxista-, con sus pocos aciertos y con sus muchos errores, para la crítica racional que debiera tener la sociedad.
Y, la verdad, la razón no se ciñe a eso, no; la razón no se ciñe a nada, sino sólo a una coherente aplicación de unos conocimientos probados o demostrados, y a ése también sólo demostrar otros a través de ésos.

Un cordial saludo

José Repiso Moyano dijo...

A UN SINVERGÜENZA CIENTÍFICO:

Lo único que garantiza -lo único- que racionalmente sea cierto lo que dices o supones demostrar es que nunca, absolutamente nunca, impidas al alguien demostrar que estás equivocado; a no ser que sólo impongas sinrazón y la vendas -con sobreprotección de mucho- como verdad, algo sólo propio de los dictadores o de los nazis.