martes, 18 de mayo de 2010

Toda desconsideración del "valor" de un ser humano, de sus convicciones, de sus esfuerzos realizados, de sus méritos por aportar soluciones con recursos propios, de su manera de ser, etc., es siempre HUMILLACIÓN. Algo que es muy habitual; pero, siempre, por los que pueden realizarla al poseer -o estar a expensas o con- los poderes fácticos.

1 comentario:

José Repiso Moyano dijo...

Con respecto a algún bien, a eso, a respeto, a dignidad, a libertad de expresión, a todo, a lo que se refiere a unos mínimos derechos humanos, España a mí me ha dado lo que hay en una "cámara de vacío" o, en suma, la absoluta crueldad.


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El que respeta de verdad, en realidad ocurre que... nunca habla de respeto; por eso, esos sinvergüenzas que, destruyendo en la radio o en cualquier sitio de poder, hablan y hablan de respeto, en definitiva, en el fondo, no saben siquiera lo que es el respeto ni aplican un ápice de alguno. Pero hablan y hablan de él por más crueldad, por engaño de macabro buenismo y por total perversión.