viernes, 4 de junio de 2010

VEHÍCULO DE LA EMOCIÓN
("Emocionarse DE ALGO")

Todo ser vivo se emociona SOBRE ALGO que recuerda -en la acción de su memoria o de sus conocimientos-; es decir, un algo o un conocimiento es relacionado por otro algo o por otro conocimiento en las ya posibles compatibilidades o incompatibilidades de interacción: un conocimiento, ante otro conocimiento, RECUERDA sus relaciones o sus compatibles relaciones -las que son fáctibles en su capacidad- y eso EMOCIONA, impulsa u obliga a una respuesta particular o "personal", es... el EFECTO.
Un ser vivo unicelular no se "emociona" (en el sentido de "atender") de una piedra, sino actúa sobre algo que le "despierta" o le motiva una relación, por las cualidades en común que posibilitan la respuesta particular o la emoción.
Desde esto, la emoción no es lo primero, no es la causa, sino la consecuencia de cada posibilidad de experiencia.

El vehículo de la emoción es el conocimiento -en general-, los conocimientos que, claro, NO DIVERGEN, sino CONVERGEN, se suman en una ordenación, en un sistema ordenado o lógico o con unas reglas; o sea, radican en un inesquivable sistema reglamentado o racional.

9 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

Algo te emociona porque te evoca algo -ya sea de agrado o de fobia-,
guarda una relación con tus recuerdos: se parece a tu padre, a tu primera amiga, al primer paseo por la playa, a tu primer juego de niño, a la voz de tu abuelo, a la muerte de tu maestro, etc.

José Repiso Moyano dijo...

Para que tengas una emoción sobre un áfido, PRIMERO has de saber QUÉ ES; por seguro, tener una experiencia sobre él o, al menos, tener un conocimiento sobre él buscándolo intelectivamente en una enciclopedia. Una vez ahí, CON el mínimo conocimiento de lo que es, pues ya te emocionas de algo que, por conocimiento, sabes que es... algo.
A no ser que seas un caradura de confusiones o un pedante que, para confundir y manipular, te interesa decir que te emocionas del vacío, de la nada, del lo que yo diga, del nosequé o del porque me da la gana.

José Repiso Moyano dijo...

El ser vivo -el ser humano-, como primero, memoriza -acumula una información-, CONOCE; luego, de eso, saca provecho individualmente -dependiendo de culturas- por medio de las emociones.
Así que, lo primero, es que tiene una información exista o no exista una cultura; pero, para la emoción, para eso, sí, ha de existir una... cultura. Es decir, la emoción es, entre otras cosas, RESULTADO DE UNA CULTURA.

José Repiso Moyano dijo...

Aunque un ser vivo complejo viva aislado, sus genes derivan o se han desarrollado desde... culturas (es decir, desde "organizaciones de individuos" o sociedades con unos valores o hábitos compartidos que, asimismo, condicionan a los genes, y trascienden).

José Repiso Moyano dijo...

ACLARACIÓN IMPORTANTE:

1) Todo ser vivo SIENTE -singularmente- lo que le sucede; por ello, todos tienen... "emociones". Pero, en el ser humano, esas emociones son complejas, de complejidad también artificial(emociones "imaginadas"); o sea, hechas, derivadas y compartidas en una cultura.

2) Por ello, según lo dicho, no todos los seres vivos están capacitados para hacer cultura, cierta cultura ( y casi ninguno como la de los seres humanos, donde impera la imaginación). Aun así, eso no quita que ciertos animales tienen una "cultura", un modo muy propio (en una originalidad y en una temporalidad, éstos son dos requisitos para ser cultura) para entenderse.

José Repiso Moyano dijo...

En el contexto vital, engaño sobre los sentidos NO PUEDE EXISTIR nunca porque, obligatoriamente, primero ha de existir un actor -con una voluntad o con una intención- que los engañe; al igual que, para existir "habla", ha de existir un "hablador" (o, para existir "camino", ha de existir un "caminador"). No obstante, sí -y sólo como añadido al contexto base de lo vital-, eso es posible en un contexto algo desnaturalizado, o sea, en un contexto cultural o social donde es el "agente social" ese preciso actor que sí engaña con una preparada dirección o con un preparado artificio.

Por eso, es lo social ese elaborado actor que sí desvía o engaña -en la manera posible- a los sentidos (puesto que ya aísla mucho a los instintos de su propia naturaleza y, estos, se condicionan a eso).
Por ejemplo: A todo animal doméstico, claro, les condicionamos sus sentidos, los engañamos "a posta" para el proyecto de nuestra intención individual que ya está engañada, a su vez, por el proyecto de la intención de cultura o por el agente social antedicho.

Pero, al margen de lo social, los sentidos son, en perfección, consecuentes (resultados perfectos) y, en necesidad, suficientemente perfectos. Ahora bien, si los comparas al patrón o a la locureta de una intención ya no; pero recuérdese que, para que exista "rebuzno", obligatoriamente ha de existir "rebuznador" -como cierto científico que hay por ahí-.

José Repiso Moyano dijo...

UN DETALLE O ACLARACIÓN:
En cuanto al "uno se emociona sobre algo" dicho anteriormente, una amable amiga me dice que debería haber dicho "uno se emociona con algo", pero son ciertas las dos formas.
A ver, es lo mismo: el poner SOBRE es para indicar que es LA BASE, entonces te emocionas CON esa BASE de aprendizaje, desde ahí, con esa condicionalidad.

José Repiso Moyano dijo...

Tú estás o vives SOBRE la base de que existes -posicionalidad-; entonces, solo CON tal condición -modo o medio-, puedes existir o vivir.

José Repiso Moyano dijo...

La memoria es una parte complementaria de la inteligencia (pero ¡no es la inteligencia!); igualmente son partes el instinto (adquirido a través de genes), la imaginación, la intuición (que es la memoria pragmáticamente útil estando en el subsconciente, la que es adquirida a través de todas las experiencias vividas), y la reflexión analítica o que contrasta.
TODO ESO ES LA INTELIGENCIA.

Una parte complementaria con exceso no; por ejemplo:
memorizar las miles de tonterías que dice un tonto ES MUCHA MEMORIA,
y ya discernir que son tonterías... eso ES INTELIGENCIA.